TERTULIA POLÍTICA
Bajeza y golpeteo / Bolaños
Pedro Martínez Serrano
Lo que hoy ocurre en Morelos es
un asunto que llama a la preocupación. La sociedad se encuentra enfrentada; el
ejercicio político se enturbia y se prostituye y la seguridad pública es inexistente.
El problema agudiza ante la
recurrente negativa de los hechos, especialmente los que tienen que ver con ejecuciones, levantones y secuestros
que a diario se multiplican y provocan terror en la población que decidió
abandonar las abandonadas calles; dejó de caminar, de disfrutar las bondades
perdidas que históricamente ofreció nuestro estado, especialmente la ciudad
capital, Cuernavaca que es hoy tierra de nadie, botín de fuereños
corruptos, encabezados por el pelele que encabeza el ayuntamiento, Cuauhtémoc Blanco, su titiritero, el
españolete golpeador de ancianos José
Manuel Sanz y el ladrón metido a político, que hoy cobra como diputado y
despacha como alcalde, Julio César Yáñez
Moreno.
Pero ese crispamiento colectivo tiene
origen, como también responsables de lubricarlo, para mantener las condiciones
de polarización que se viven en Morelos, en donde el gobernador Graco Ramírez, me parece que disfruta
el choque; la bajeza y el golpeteo
que se registra entre políticos y sociedad; entre partidos y militantes y, claro,
entre policías y ladrones, en cuyo apartado, la sociedad ya no distingue
quienes son unos y quienes son otros; todos lastiman y agreden y lo hacen
porque la impunidad, es la moneda de
cambio a partir del 1 de octubre de 2012.
Y como para que haya pleito, debe
haber quién lo provoque, pero también quién lo responda, en el primer apartado,
el gobernador Ramírez se basta sólo
para andar regando injurias y difamaciones a lo largo y ancho del estado, aunque
tiene su porra, bien perra y bien brava,
abanderada precisamente por la primera dama,
la señora Elena Cepeda de León y
secundada, lo mismo por acomedidos e improvisados de su gabinetito, como el inútil
secretario de gobierno, Matías Quiroz
Medina; el presunto criminal que despacha como comisionado de seguridad
pública, Jesús Alberto Capella; el
otro imbécil que despacha como secretario de transporte, el agachón y vivales Jorge Messeguer.
Naturalmente para que la bajeza y el golpeteo en contra de todo
aquello que le incomoda, o para
distraer a los morelenses del saqueo y
los abusos de poder, el gobernador debe tener interlocutores de la misma
calaña, en cuyo nivel se ha colocado el rector de Universidad Autónoma del
Estado, el doctor Alejandro Vera Jiménez
quien decidió patear, echar a la basura el liderazgo social que había logrado.
Hoy manipulado por su asesor
estrella, el poeta Javier Sicilia,
el doctor Vera Jiménez no se cansa de
abrir frentes, de fanfarronear y echar pleito en donde no le responden, en
donde al ignorarlo, lo exhiben como un sujeto limitado y protagónico.
Eso es lo que ocurre, por
ejemplo, con la actitud asumida por el presidente de la mesa directiva del
Congreso del Estado, Francisco Moreno
Merino quien, por cierto, sin hacer aspavientos, ha parado en seco al jefe
del gobierno universitario. Al rector mi
respeto; al activista la ley, le ha dicho.
Y si bien es cierto que el doctor
Vera Jiménez se colocó en el pico
del liderazgo social, con la defensa de
los intereses de los universitarios, al exigir el cumplimiento de los
compromisos contraídos por el gobernador con la máxima casa de estudios, también
lo es que su forzada intervención en asuntos que no le competen, como su negativa
a transparentar el manejo de recursos públicos asignados a la máxima casa de
estudios, lo empiezan a mostrar soberbio y corrupto.
Su atrabancada actuación en los
días más recientes, empujando el divisionismo entre los morelenses, con la
supuesta defensa de las víctimas y cuestionando el actuar legislativo, aleja
cada día más al rector Vera de su
aspiración personal, que comparte con el grupo de vividores que lo acompañan en
la administración de la máxima casa de estudios, de ser candidato a gobernador.
Oportunismo de Bolaños
El diputado federal veracruzano,
por el primer distrito de nuestra entidad, Edmundo
Javier Bolaños es un sujeto
oportunista y ventajoso y, consecuencia de su naturaleza, hoy dedicó la mañana
a aplaudir los triunfos de Acción
Nacional en la jornada comicial del domingo anterior y, como si la voluntad
ciudadana, fuera permanente; como si los resultados electorales se
fotografiaran, anda echando campanas a vuelo y apostando al triunfo de su
partido en el 18.
Y como si el presidente del
blanquiazul en la entidad, un tal Juan
Carlos Martínez Terrazas, no existiera, el veracruzano adelantó vísperas como
si él fuera a ser el candidato a gobernador; dijo cómo si y cómo no irían en
alianza en el caso de la competencia por la gubernatura del Estado, lo que
olvida que en la entidad hay actores locales con más peso, muchísimo más peso
que él en la cúpula nacional panista. Él debe dedicarse a lo que mejor le sale:
hacer negocios a costa de su partido y conseguir contratos para facturar servicios a los gobiernos. Así es como
hizo la millonaria fortuna que posee.
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