domingo, 9 de octubre de 2016

CARTA ABIERTA
A Cuauhtémoc Blanco Bravo: 
Si llega usted al penal de  Atlacholoaya, será porque
lo merece, porque según sé, a las cárceles se envía lo mismo
a sangrientos y peligrosos criminales, que a delincuentes
de poca monta, como supongo que es su caso,
que por dinero es usted capaz de todo


Cuernavaca, Mor., a 9 de octubre de 2016

Sr. Cuauhtémoc Blanco Bravo,
Presidente Municipal de Cuernavaca
P R E S E N T E

Sr. Presidente Municipal.-

La presente tiene varios propósitos, todos ellos relacionados con su desempeño como titular del Ayuntamiento de Cuernavaca, el mismo que usted, y nadie más, ha convertido en arca abierta de corruptos y oportunistas, en caja chica de grandes gastos, lo mismo personales, que de sus amigos y familiares; gente sin ningún compromiso con la ciudad.
        Lo hago de manera epistolar, por medio de una carta, para que me entienda, porque es imposible hablar con usted, como le he intentado sin éxito en diferentes oportunidades; acercamientos que han sido obstruidos igual por sus escoltas, que por quienes dicen que mandan en el ayuntamiento: el señor José Manuel Sanz Rivera y, antes, el ex secretario municipal, Roberto Carlos Yáñez Moreno, al igual qu el diputado local Julio César, hermano de éste y quien se encargó de operar su contratación, según presume.
        Le aclaro que a mí no me importa si firmó o no un contrato de servicios, para competir por la presidencia municipal de Cuernavaca, como tampoco me importa si lo van o no a destituir y encarcelar, por haber violado diversos ordenamientos, para convertirse en candidato.
Si llega usted al penal de  Atlacholoaya, será porque lo merece, porque según sé, a las cárceles se envía lo mismo a sangrientos y peligrosos criminales, que a delincuentes de poca monta, como supongo que es su caso, que por dinero es usted capaz de todo.
        Lo que a mí, como seguramente a los miles de habitantes de la ciudad no sólo nos interesa; sino que le exigimos cumplir, es con sus obligaciones como Presidente Municipal, mismas que tienen que ver con la eficiente prestación de servicios públicos, como recolección de basura, alumbrado, seguridad, salud y modernización y mantenimiento de la infraestructura urbana, pavimentación de calles, funcionamiento correcto de la red de distribución de agua potable, igual que del destino final de las aguas residuales, lo que en conjunto, registra el peor abandono de la historia de Cuernavaca.
Hace unos días, se cumplieron nueve meses de que asumió usted la Presidencia Municipal de Cuernavaca, tiempo que se ha convertido en una larga noche de terror y sangre; un larguísimo periodo de abandono social y de carencia de servicios públicos; lapso en el que la inseguridad es la constante, hasta convertir a CUERNAVACA EN UNO DE LOS MUNICIPIOS MÁS INSEGUROS… ¡DEL MUNDO! De lo que, los únicos responsables son usted en primera instancia y, claro, el gobernador Graco Ramírez quien, aunque se ha negado a asumirla, es el responsable político de lo que pasa o deja de pasar en Morelos. Les recuerdo a ambos que Cuernavaca, es municipio de la geografía morelense; es la capital del Estado.
Señor Blanco Bravo, antes de asumir la alcaldía, en el corto show, cuál espectáculo callejero de mal gusto, durante su corta campaña como candidato, ofreció usted cerrarle la puerta al Mando Único en Cuernavaca; a cuyos cabecillas responsabilizó recientemente de lo que ocurre en la ciudad en materia de inseguridad, lo que creo que está muy lejos de la realidad.
El único responsable es usted y nadie más. Usted se sometió a la voluntad del Estado, pero constitucionalmente el responsable de lo que pasa o deje de pasar en el tema es sólo usted. No se siga equivocando y dañándonos.
No sólo eso, usted mismo acusó, y la historia que hilvanan en los periodistas, que registran lo mismo en páginas de medios impresos, que en archivos de los digitales, los que circulan vía redes sociales y correo electrónico; le decía, usted acusó al gobernador de delincuente y lo responsabilizó de su seguridad personal, la de su familia y la de sus amigos, si, de sus amigos Roberto Carlos y Julio Yáñez Moreno, los mismos a los que ahora niega y con quienes se enfrasca en una guerra mediática, cuyo origen es el control del dinero negro que por millones de pesos se mueve en el ayuntamiento. Millones de pesos que, vía corruptelas, se echan a la bolsa usted y sus consejeros y titiriteros, esos que le ordenan que sí y qué no hacer.
Hoy, 9 meses después de que asumió la Presidencia Municipal, no sólo se ha dedicado a ridiculizarse y ridiculizar a la ciudad ante los ojos del mundo; lo hizo usted firmando un contrato, para jugar la candidatura; luego, asignando depósitos por decenas de miles de pesos a sus familiares; se le han acreditado gastos casi millonarios, para francachelas e invitaciones a amigos, en especial a su representante y, según él mismo vocifera, única voz de mando en el ayuntamiento. Francachelas en las que me dicen; y me lo dicen cercanos a usted, se consume alcohol y enervantes, pero también se contratan mujerzuelas; mujeres bellísimas, pero al fin prostitutas.
Pensé enumerar y enlistar las calles y avenidas que se encuentran en condiciones deplorables; aquellas que los baches las hacen intransitables. Concluí que no es necesario, porque todo Cuernavaca está igual. Todo se desmorona. No le digo nombres de calles, avenidas, colonias y poblados, porque usted no conoce, como tampoco su representante, el vividor a costillas del municipio, golpeador de mujeres y ancianos, José Manuel Sánz Rivera.
Quise hacer una lista de las colonias y poblados que presentan inseguridad para sus residentes, e igual concluí que todo Cuernavaca es un campo de guerra, en el que las ejecuciones, los asesinatos y los asaltos, ya se dan a cualquier hora; a plena luz del día y en cualquier esquina. Los criminales ya no respetan nada, ni a nadie y, ¿sabe Cuauhtémoc?, el responsable directo en materia de prevención del delito es usted, como Presidente Municipal.
En el mismo sentido, intenté hacer un listado de las colonias y poblados en los que se padece escasez de agua y decidí no hacerlo, porque a lo largo y ancho de Cuernavaca hay problemas con el suministro del vital líquido. La escasez es la constante y el saqueo a las arcas del organismo controlador es una arca abierta, en la que todos, absolutamente todos los de su séquito meten mano y se benefician lastimando sus estructuras y sus finanzas, en agravio de la ciudadanía.
La operación del ayuntamiento es un caos; un túnel profundo, cuyo vacío se ilumina con la lámpara de la corrupción; nada avanza, nada se hace, nada se destraba, si no hay dinero de por medio, para funcionarios corruptos que aseguran que usted es el beneficiario final del dinero negro.
A mí, como seguramente a ningún residente de Cuernavaca, nos interesa que se haya asociado o contratado con personajes de la calaña de los hermanos Julio y Roberto Carlos Yáñez Moreno con quienes, al final, terminó mal, como terminará también con su representante, el señor José Manuel Sanz quien, a su vez, parece que vive sometido al capricho y componenda de su paisano, el improvisado locutor de radio Juan José Arrese, ese que presume que vive en México hace décadas y sigue imprimiendo ese acento ridículo y locuaz de gallego.
No, señor Presidente Municipal, lo anterior no es de mi interés, lo que si le exijo es que asuma de manera personal el mando en el municipio y que, como lo ofreció durante su campaña, gobierne del lado de los ciudadanos, que escuche, para que entienda que usted, es un servidor público, no el dueño de la ciudad, que está usted obligado a resolver la problemática de servicios públicos de Cuernavaca.
Cuauhtémoc, el ejercicio de la autoridad tiene límites, no los sobrepase, no se exponga a pagar usted lo que otros hacen en su nombre; la tesorería municipal está para cubrir el pago de obras, bienes y servicios, como también la abultadísima nómina municipal, no para satisfacer caprichos personales de nadie, absolutamente de nadie, así se trate de quienes dicen que son quienes lo manejan, los señores Sanz y Arrese, esos que serán los primeros en negarlo; los primeros en abandonar el barco cuando empiece a hundirse. Conozco bien a uno de ellos.
La presente la hago llegar a usted, por este medio, el único a mi alcance y ajeno a controles y componendas, como la facturación tramposa que le hacen acomedidos y vividores, que hoy sienten que el municipio es un activo de sus corruptas e irrisorias empresas.
Quisiera decirle que respetuosamente, pero no puedo respetar a alguien que no se respeta, ni respeta a mis paisanos de Cuernavaca.


Pedro Martínez Serrano

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