martes, 25 de octubre de 2016

TERTULIA POLÍTICA
...y con unos navajones de pedernal les aserraban los pechos 
y les sacaban los corazones bullendo y se los ofrecían
a los ídolos que allí presentes tenían / Hernán Cortés después
de la Noche Triste, luego del sacrificio
de españoles que abandonó en Tenochtitlan

Rodrigo Gayosso / Traiciones y sacrificios

Pedro Martínez Serrano

El presidente del comité estatal del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la entidad, Rodrigo Gayosso Cepeda ha tejido su historia con sólidos hilos de traición y sacrificio. Es un sujeto pragmático, al que no le importa nada, absolutamente nada, que no sea controlar el dinero de cada una de las instancias gubernamentales en las que lo hay y robárselo, disponer de él como si fuera el propio. Para conseguirlo, corrompe y amenaza.
Rodrigo es un sujeto con serios problemas de adicciones; emocionales, dicen en los grupos y clínicas de prevención y recuperación de adictos, en cuyos sótanos soporta largos encierros, para evitar que se conozca la locura que lo somete y obliga a arrebatos de ira, muy propios de las personas con problemas de indefinición, como los que él enfrenta; de rechazo a las mujeres.
El dirigente del PRD ha aprovechado la tibieza y extravío mental de su papito, el todavía gobernador del Estado, Graco Ramírez, para golpear a los contrapesos del poder que, aunque en mínima proporción, casi en condición de caricatura, sentía que le hacían sombra para controlarlo todo.
Empezó en el PRD, cuando anuló al pusilánime y fanfarrón que cobra como senador, Fidel Demédisis Hidalgo, cuando le desmanteló las huestes de Gisela Mota Ocampo, malograda alcaldesa de Temixco, cuya bufonada sigue pegada al presupuesto, gracias a la decisión precisamente de Gayosso, a quien ayer cuestionaban y hoy aplauden a rabiar.
El adulado, admirado y casi idolatrado por su bufonada, por los integrantes de su nómina, la corrosiva Nómina Gayosso, es un sujeto perverso, pragmático: primero él, luego él y al último él. No le importa sacrificar a nadie, ni a su madre, Elena Cepeda de León a quien, me consta, le promovió un escarmiento mediático, para que no ande abriendo la boca a lo pendejo.
Cercanos a Gayosso, un par de jovencitos güeritos, fornidos y acuerpados, como le gustan, se acercaron a algunos periodistas, para pedirles el favor de apoyarnos con el tema; no más que no sepa nadie que te buscamos. Y ofrecían dinero. Le quiere dar un escarmiento a su mamá, comentaron. Eran los últimos días de marzo, cuando llamó vividoras a las integrantes del Consejo de Atención a Víctimas.
Ya antes, en el proceso electoral del año anterior, Gayosso se encargó de la contra campaña del PRD, de asegurar la derrota a sus candidatos en Cuernavaca, al gris y desteñido Jorge Messeguer, abanderado a la alcaldía y a los candidatos a las diputaciones por los distritos I, Jorge Arizmendi; II, Adriana Díaz Contreras y; en el III a Manuela Sánchez López.
De un plumazo se sacudió a quienes pudieran hacerle sombra en la toma de decisiones dentro de ese partido; a excepción de Jorge Arizmendi, a todos los demás los veía y sigue viendo como sus empleados.
Adueñado del control del dinero que se maneja en cada dependencia del gobierno del Estado, pero también de las decisiones, Rodrigo ha incluido en su nómina lo mismo a periodistas, que a adversarios del pasado inmediato.
Así tiene y mantiene acuerdos con Amado Orihuela, el ignorante que le fue puesto a modo por el PRI a Graco, para que ganara la gubernatura; se reconcilió con Javier Estrada González, dueño de la franquicia del Verde en Morelos y socio del pasquín familiar denominado La Unión.
En el PAN, claro que también en el PAN tiene amarres el señorito de las maletas; el joven de las talegas, el dueño recurrente de la primera silla en pomposos centros de rehabilitación. Antica Villa, fue el mudo testigo el 12 de mayo anterior, de los acuerdos que se tomaron para conseguir beneficios de ida y vuelta, dinero para un lado, aprobaciones a modo para el otro.
Con el achaque, la justificación de que el comité nacional los instruyó, Rodrigo Gayosso llevó a su mesa al recién desempacado dirigente del PAN, Juan Carlos Martínez y sentó también, claro para exhibirlos a su servicio, a los coordinadores de los respectivos grupos parlamentarios, Hortensia Figueroa y Carlos Alaniz.
La actuación del panismo ha sido a modo. Los arrebatos y bravuconadas, se pactan antes en la oficina de Reforma, en esa en donde Gayosso entrega personalmente las gratificaciones, para que a nadie se le olvide quién manda.
Lo ocurrido con la renuncia voluntaria de Jerónimo Bernal Soliveras, el sacaborrachos, espanta juniors miedosos y viciosos del Tai´z, que renunció a la dirección general del Fideicomiso Lago de Tequesquitengo, fue un desencuentro, fue una llave china, un distractor de asuntos mayores que están a punto de explotar en las manos de Gayosso.
Sobre esa cercanía y cariño entre integrantes del peligroso cartel criminal, en mayo 6 del año anterior, escribí lo siguiente:
LOS AMIGOS DEL SEÑORITO GAYOSSO
...el vengativo, arrebatado y proclive a lloriquear en el hombro de sus consentidos, el señorito Gayosso mantiene en cargos clave, todos relacionados con el manejo de recursos, a sus amigos de la infancia, a sus compañeros de banca.
Los que ahora se encargan de las colectas entre proveedores, para asegurar los recursos necesarios para el día de la movilización (…) son los siguientes:
Sergio Soto Cámara, Director General de Administración de la Comisión Estatal del Agua; Andrik Ruiz de Chávez Arista, Director de Administración de los Servicios de Salud de Morelos; Juan Carlos Peniche Payén, Subsecretario de Coordinación y Desarrollo Administrativo de la Comisión Estatal de Seguridad Pública; Jorge Sánchez Rodríguez, Subsecretario de Ingresos y Jerónimo Bernal Soliveras, Director General del Fideicomiso Lago de Tequesquitengo. La consigna es tener disponibles 100 millones de pesos, para lo que se ofrezca.

Cayó el primero; fue sacrificado el más endeble en el círculo del cartel. Ocurrirá lo mismo con los siguientes, hasta que el brazo de la justicia refunda en la cárcel al cabecilla principal: Rodrigo Gayosso Cepeda.

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