martes, 11 de octubre de 2016

TERTULIA POLÍTICA

Gayosso / Basura / Cuauhtémoc

─ Miren muchachitos pendejos… A mí no me van a venir
a extorsionar; la empresa tiene todo en orden
y soportado legalmente, para que no tenga necesidad
de tratar con ladronzuelos de poca monta…
Ándense pa’la chingada y hagan lo que quieran,
pero de aquí no van a sacar un solo centavo, cabrones ladrones

Pedro Martínez Serrano
Los abusos de poder, la estupidez con que se conduce el representante del gobierno del Estado, y su complicidad con directivos de medios de comunicación, lo mismo de provincianos y limitados pasquines, que de cadenas de televisión de presunta cobertura nacional, pero en especial los expertos en manejo de crisis, han sido los actores principales de la dramática novela de terror que se rueda a diario en Morelos cuyo actor, director y productor, es nada menos que el sanguinario, desquiciado, vengativo y ladrón, Rodrigo Gayosso Cepeda, ese ente raro, evasivo y perverso que opera la más voraz red de tráfico de influencias y lavado de dinero negro, producto de millonarias comisiones que exige y recibe a cambio de la asignación de contratos, para obras mal hechas y, muchas veces, la mayoría de ellas, por servicios contratados, pero jamás realizados.
Copia al carbón de La dictadura perfecta (2014), la película mexicana del género comedia y sátira política, dirigida y producida por Luis Estrada, en Morelos el señorito Gayosso (como lo llama el servicio en su residencia familiar), se ha encargado de protagonizar la peor tragedia que ha tocado sufrir a los morelenses, a partir del invierno de 2009, cuando Manuel Martínez Garrigós lo convierte en su secretario del ayuntamiento.
Basura y extorsión
Criado a la sombra de la corrupción, el sablazo y el agandaye; educado por un sujeto corrupto y sin escrúpulos, como lo es su padrastro Graco Ramírez, el ahora presidente del PRD en Morelos, Rodrigo Gayosso llegó a nuestra entidad a arrasar con todo; de todo y por todo pide comisión. No hay obra, servicio o bienes adquiridos, por los que no pida su quinto real, su 20 por ciento.
Tan pronto se sentó al frente de la secretaría el ayuntamiento, en los primeros días de enero de 2010, Rodrigo Gayosso se fue a Monterrey, acompañado de su pandilla de jóvenes gangsters. El objetivo del viaje: entrevistarse con el máximo directivo de la Promotora Ambiental, para negociar un porcentaje que favoreciera a su clan.
Miren muchachitos pendejos… A mí no me van a venir a extorsionar; la empresa tiene todo en orden y soportado legalmente, para que no tenga necesidad de tratar con ladronzuelos de poca monta… Ándense pa’la chingada y hagan lo que quieran, pero de aquí no van a sacar un solo centavo, cabrones ladrones, les soltó a bocajarro y en su cara el representante de la empresa regiomontana, ya con un grupo de socios en Cuernavaca.
El hecho enfureció a Rodrigo Gayosso, hasta el arrebato emocional, muy propio en él, hasta llevarlo a advertir: PASA se va a largar de Cuernavaca; de mí cuenta corre que no vuelven a prestar el servicio en la ciudad.   
Amigo como siempre ha sido de Javier Estrada González, concesionario del Partido Verde en Morelos, Rodrigo Gayosso es acercado a Francisco de Paula Agundis Arias, entonces recién salido del Senado de la República, pero influyente en la cúpula de ese partido.
Se arma el cartel de Gayosso
A mediados de 2010, el entonces secretario del ayuntamiento, el arrebatado, modoso y vengativo Gayosso, acuerda con De Paula Agundis la contratación de una flotilla de tolvas (camiones recolectores), que permanecieron estacionados un par de meses en terrenos propiedad de la familia Estrada allá en la Colonia Vista Hermosa, muy cerca de la ciclopista.
Nacía entonces la relación perniciosa y de ventaja con el Nuevo Grupo Sindical (NGS) a quien pretendió entregar la operación del servicio, cuya intentona fue parada por el entonces poderoso dirigente cetemista Tito Barrera Ocampo (qepd).
PASA se va
Ante la embestida de parte del ayuntamiento, orquestada por Rodrigo Gayosso, el 2 de agosto de 2010, el entonces gerente de PASA, Sergio Urzúa Saravia anuncia en el noticiero estelar de Televisa Morelos, a cargo del periodista Jorge Jiménez, que la empresa deja de prestar el servicio, a consecuencia de adeudos que arrastraba el ayuntamiento.
En cuanto se conoce la decisión de abandonar el servicio y, para evitar una crisis de salud pública, el dirigente cetemista Tito Barrera Ocampo asume el control del servicio de limpia, con camiones de carga de la central obrera a su cargo y, mientras tanto, se creaba el Sistema Integral de Recolección de Basura de Cuernavaca (Sirec), con la participación de un grupo de transportistas morelenses.
Con el enemigo en casa
Dedicado a saquear las arcas del municipio, Rodrigo Gayosso cumplía dos propósitos: reunir dinero, sacar recursos de donde fuera, para abonar a la campaña de su padrastro, Graco Ramírez y, desde luego, el principal, golpear con rudeza a Manuel Martínez Garrigós. Desgastarlo con una rabiosa guerra mediática orquestada por él mismo y su equipo, en las páginas del pasquín Diario de Morelos, para cerrarle el paso a su candidatura al gobierno del estado.
Traicionero, fiel a su costumbre; congruente con su naturaleza, Rodrigo Gayosso hilvana la red mediática, en la entidad y en la Ciudad de México, a través de la cual se exhibe a Manuel Martínez Garrigós como corrupto, ladrón y represor. Los problemas, la llave china ya estaba surtiendo sus corrosivos efectos en agravio del entonces todavía alcalde de Cuernavaca.
Cuauhtémoc Blanco
Luego de empezar desde atrás, enfrentado al futbolista Cuauhtémoc Blanco Bravo, luego de que ganó la presidencia municipal junto con los malandrines, que se dice que son los hermanos Julio César y Roberto Carlos Yáñez Moreno, Rodrigo Gayosso empezó a trabajar para generar los acercamientos que le garanticen el control del ayuntamiento.
Lo consiguió gracias al servicio que le presta el locutor Juan José Arrese, quien se encargó se sentar a José Manuel Sanz, en primera instancia con él y en privado, para luego exhibir una fotografía, todos felices, todos sonrientes, con el gobernador y el futbolista en la misma mesa.
Perversidad y abuso
Perverso y abusivo como es, Rodrigo Gayosso ha traído con la zanahoria en la boca, como se dice de manera coloquial al futbolista; lo trae mareado con el cuento de la candidatura al gobierno del Estado. Lo que en realidad hace, es cuadrarle cada uno de los escándalos en los que se revuelca Cuauhtémoc Blanco.
El asunto del contrato, que no firmó Blanco Bravo, que fue suscrito como muchos nombramientos y autorizaciones por el ex secretario del municipio, Roberto Carlos Yáñez Moreno, a quien autorizaba para hacer lo propio. Ambos lo saben.
Ese pleito se lo explotó en la cara Gayosso; los Yáñez no tienen los alcances para llegar a Televisa, a la oficina de Denisse Merker.
Hoy, la basura le vuelve a servir a Rodrigo Gayosso para anular a otro seguro aspirante, con posibilidades de triunfo, por la gubernatura del Estado, el ignorante y engañado futbolista, Cuauhtémoc Blanco Bravo, a quien le soltó el tema de manera inesperada.
El asunto fue perfectamente cuadrado por el mismísimo Gayosso, quien desde mediados de julio, adelantó cómo venía la sentencia de la autoridad judicial, luego de que ordenó a la panista que preside el Tribunal Superior de Justicia, María del Carmen Verónica Cuevas López, hacer lo propio. En ese encuentro con la panista, estuvo presente el diputado federal del mismo signo, Javier Bolaños Aguilar, socio de lo que queda de PASA en Morelos.

Por cierto, con todo y la actitud oficiosa y servil de la señora Cuevas López, para con el consorcio PASA, con su llamado al ayuntamiento a resolver el tema a la brevedad y, efectivamente la sentencia es inatacable, hay que anotar que siempre hay recursos para evitar el severo golpe que se pretende imponer a las famélicas finanzas del ayuntamiento.

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