TERTULIA POLÍTICA
Chipotes de la democracia /
Independientes
Pedro Martínez Serrano
Creo que son muchos los ingredientes
que se requieren para ganar una elección; el más importante de ellos, el voto
ciudadano, sin embargo son más los factores que inciden en el direccionamiento
del voto, entre los que destacan la popularidad del candidato y, el dinero, ese
poderoso elemento que todo lo puede, todo lo abre y todo lo altera. Y ofrecen el
mismo peligro; ocultan altísimos riesgos. El peor de ellos, que improvisados,
ignorantes y hasta criminales asciendan al poder por medio del sufragio. Son
los chipotes de la democracia.
El ejemplo más claro del fracaso
democrático en Morelos, es el ungimiento de Cuauhtémoc Blanco como presidente municipal de Cuernavaca. Fue un
talentosísimo futbolista, pero nada más. No conoce la ciudad, ni a su gente.
Nunca ha sido parte del servicio público y, por ello, no tiene la más mínima
idea de su conducción. Agarra partido con quien no debe y hace alianzas con quienes
mejor lo engañan, incluidos los ladrones que lo rodean, entre ellos José Manuel Sanz Rivera y Alejandro Villarreal Gasca.
Pero no sólo él, Cuauhtémoc, ejemplifica el fracaso democrático;
lo hacen también diputados locales y federales, como también senadores que, a
pesar de ser ignorantes y ladrones, gozaron del bono que ofrece la representación proporcional, el espacio
que se regala a los partidos aventureros en manos de vividores.
Y por si faltara, se abrió un
nuevo frente, una nueva oportunidad de que oportunistas y resentidos, espontáneos de autoestima alta; de esos que animan su reconocimiento en el
autoengaño y creen que ser el hazmerreir, es sinónimo de popularidad, también
puedan acceder al gobierno, a través de los mecanismos de la elección popular.
No dudo que haya gente bien
intencionada y decidida a participar con el objetivo mayor, de corregir, de
hacer lo correcto como representantes populares, lamentablemente, los más, son
aprovechados, sujetos desvergonzados y vividores que, sin posibilidad en los
partidos, se refugia en su condición ciudadana
y, como si no supieran lo que ocurre en el interior de los partidos o hayan
sido parte de la podredumbre que hoy critican, se llamen extrañados.
El ejemplo de lo anterior, es el todavía
dirigente de lo que queda de la Federación de Trabajadores de Morelos, el brazo
obrero, el corporativo de los trabajadores, del Partido Revolucionario
Institucional (PRI), Vinicio Limón Ribera,
quien con recursos de esa central, hace poco más de un año empezó el proyecto que nació muerto, denominado Transformando Morelos, a través del
cual anda embaucando con la intención de ser candidato a gobernador.
Como Vinicio, hay muchos personajes que buscan las candidaturas independientes, motivados por lo que pasó en Nuevo León,
con su hoy decepcionante gobernador Jaime
Rodríguez El Bronco asesorados por gente que sobre el tema
conoce muy poco o, en el peor de los casos, generan falsas expectativas y a la
par, recursos a las cuentas personales. Que yo sepa ninguno conoce siquiera al
principal escultor del adefesio electoral norteño, el talentoso Memo Rentería, el propietario de la firma que piensa y siente como la gente.
Sin embargo ya hay también por
ahí, algunos locuaces que amparados en que son empresarios y millonarios, ya calzan
botas, como si sólo eso bastara para ganar las elecciones, a condición de
promoverse como ciudadanos. Y no solo hacen el ridículo, permiten que la gente
se pitorree de ellos y les quite dinero, con el también trillado cuento de que dirigen
a la gente de la colonia o el poblado.
Me parece que el tema de las
candidaturas independientes, se debe tratar con muchísimo cuidado, con mucha
seriedad, en razón de que la improvisación y la voracidad, podrían constituir
el entierro de esa figura, cuando todos creen poder con el abanderamiento de
una candidatura. Todos creen que lo que hacen es lo que la ciudad, el congreso
o el estado necesitan. Se requiere evaluar con mucho cuidado la capacidad,
popularidad y honorabilidad de los contendientes. No es más inteligente, no más
popular, ni mejor visto ante la sociedad, quien tiene más dinero.
Y aunque la deplorable condición en
que se encuentran y se presentarán los partidos a la contienda, en particular
el PRD, que abandera Rodrigo Gayosso,
hijastro y cobrador de comisiones de Graco Ramírez, así como el debilitado y desorientado PAN, en manos
de Juan Carlos Martínez y el PRI, bajo
la desgastada dirigencia de Rodolfo
Becerril, todos sometidos a los billetazos del PRD, abonan a la oportunidad de los ciudadanos, la misma se puede hacer
agua y dejar el camino libre al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
Así las cosas, si la ciudadanía
tiene el talento de hacer de lado a los oportunistas, como se tejer las estructuras
electorales de que disponen los partidos, el 2018 podría constituir el momento
para sanear el gobierno, de otro modo, será un asunto a resolver dentro de dos
o tres generaciones.
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