miércoles, 4 de enero de 2017

TERTULIA POLÍTICA

Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas,
guardé silencio, porque yo no era comunista;
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio, porque yo no era socialdemócrata;
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté, porque yo no era sindicalista;
Cuando vinieron a buscar a los judíos,
no pronuncié palabra, porque yo no era judío;
Cuando finalmente vinieron a buscarme
a mí, no había nadie más que pudiera protestar
Martin Niemöller

Transportistas / Motociclistas / Compromiso


Pedro Martínez Serrano
Lo que hicieron los concesionarios, los zares del destartalado, mugroso y altamente peligroso servicio de transporte público, Dagoberto Rivera y Aurelio Carmona, ante el desmesurado incremento a la gasolina, nos muestra el claro perfil de muchos, muchísimos “luchadores sociales”, que no son más que oportunistas y vividores, aprovechados que se benefician de cada una de las crisis que enfrentamos los morelenses, los mexicanos.
Lo que ocurrió ayer en Morelos, cuando los representantes de los transportistas, levantaron el plantón que mantenían frente a la planta distribuidora de Petróleos Mexicanos (PEMEX), exhibe a quienes han convocado a marchas y movilizaciones, para protestar por todo y resolver nada, como lo que son: vividores cuyos principios y compromiso social, dibuja el adagio aquel que dicta: “hágase la voluntad de Dios en los bueyes de mi compadre”.
El plantón de los transportistas, tenía un solo objetivo, presionar al pusilánime gobierno del Estado y a quien encabeza el área relacionada con el transporte, Jorge Messeguer Guillén, para conseguir un aumento en las tarifas y aprovechar, según ellos para nivelarlas. Quieren cobrar 10 pesos, para así terminar de asesinar la economía de las familias de sus usuarios.
Los transportistas, los llamados ruteros, los taxistas, no poseen ningún compromiso social, ellos fueron los lo suyo y listo, como aquellos que se cuelgan de cualquier movilización social, no más para notarse y lanzar amenazas de chamaco bravucón: nos vemos en el 18, como si su palabra generara opinión, como si en realidad movieran  conciencias, mientras que en el terreno de los hechos, sólo abrigan la esperanza de convertirse en candidatos ciudadanos perdedores. Desconocen que sin estructura, no hay triunfo.
La liberación de los precios de la gasolina, el incremento a las tarifas de energía eléctrica y el aumento a los precios del gas doméstico, son un puñalada a la economía de todos, absolutamente todos los mexicanos.
Que la maten, no es lo peor que puede ocurrir a una persona; que la vayan matando a diario, es lo peor; es un dolor que nadie soporta.
Eso es lo que decidió hacer el gobierno de la República, que encabeza Enrique Peña Nieto, secundado por todos, absolutamente por todos los poderes del país, léase Congreso de la Unión y Suprema Corte de Justicia de la Nación. Todos son cómplices. Todos se benefician.
El agresivo aumento a las tarifas eléctricas; al costo del gas doméstico y el mortal aumento a la gasolina, que se disfrazó como liberación del precio, es una más de las bajezas del gobierno federal, cómplice de gobernadores delincuentes, ejemplos a la mano: Javier Duarte, ex de Veracruz; César Duarte, ex de Chihuahua y, en activo, Graco Ramírez, de Morelos y Francisco Vega de Lamadrid, de Baja California.
De todos, a pesar de la ratería en que incurren, las autoridades federales se dan cuenta del abuso, del atropello y el saqueo en que incurren, hasta el momento en que se van; en cuanto terminan su mandato y tienen tiempo de huir.
Lo que más lastima a los mexicanos, son los aumentos a los energéticos, mismos que provocarán consecuencias gravísimas a causa de la ola de incrementos en precios de todos, absolutamente de todo lo que una persona necesita para vivir, para sobrevivir.
A pesar de estar matando lentamente a los mexicanos, Enrique Peña Nieto confirmó que no hay marcha atrás en los aumentos, pide a la población que entienda y comprenda que lo que sucede, en consecuencia de los movimientos de la economía global.
Qué poca madre de Peña y de quienes lo asesoran; el recurso de la liberación del precio de la gasolina, es dar manga ancha a los gasolineros y a las transnacionales que llegarán a México, para atracar a los mexicanos, con el cuento de que venden el combustible. Es ampliar la oportunidad de extorsión de la Procuraduría Federal del Consumidor, en manos de su ex primo político, Ernesto Nemer, que recibe de los empresarios del sector, casi 300 millones de pesos, a condición de no ser molestados por esa institución. Los concesionarios del gas, también entregan carretillas de billetes al directivo de Profeco.
MOTOCICLISTAS
Tengo amigos aficionados al motociclismo, lo mismo en Morelos, que en Guerrero, Ciudad de México, Nuevo León y Baja California. Son ellos la representación colectiva del descontento; son ellos, los que sin buscar beneficios personales, por puro compromiso social, han tomado casetas, han cerrado gasolineras, plantas distribuidoras de PEMEX y siguen moviendo conciencias, en rechazo al artero golpe propinado por el gobierno federal a la economía de los mexicanos.
Hay también que ha salido a llamar a la prudencia, a abogar por los gasolineros, porque “ellos son empresarios; también son pueblo y no son culpables del aumento en el precio de la gasolina”, lo que me parece que es protagonismo puro, por una sencilla razón: 99 de cada 100 gasolineros, son ladrones, abusivos y explotadores, entre cuyas prácticas se incluye la obligación de vender ciertas cantidades de aceites y lubricantes, de lo contrario… ¡se los descuentan!
Los propios “franeleros” como llaman a quienes despachan, cuentan los abusos de “sus patrones”. No les pagan. Les cobran una comisión de lo que reciben de propinas, para la limpieza de las gasolineras; los uniformes se los venden a precios de oro.
Por eso, creo que aquellos que llaman a la prudencia, están fuera de lugar. Hay que endurecer las demandas que lleven al gobierno a reconsiderar, de lo contrario los abusos multiplicarán.
Ellos nunca pierden. Los gasolineros, tienen seguro que protege hasta el aire que pasa por sus negocios. El gobierno atiza el descontento, para que más adelante digamos rendidos: aunque sea cara pero que haya gasolina. La escasez es una farsa oficial, cuyo propósito es responsabilizar a la movilización de rechazo de la falta del combustible.
Lo que se debe tener cuidado, es que políticos, representantes populares o empleados de primer nivel del gobierno y/o gobernadores, intervengan de cualquier forma en las movilizaciones, porque su propósito es disuadirlas. Graco ofreció el aumento al transporte, por una sencilla razón: mostrar que en Morelos todo está bajo control.
FORMAS DE PROTESTA
Creo que las mejores forma de protesta, incluyen EL NO PAGO DE TENENCIA, no pago de servicios municipales, estatales y federales de cualquier tipo… Se ocupa ahogar al gobierno en su propio veneno: la falta de recursos, para seguir robando y, de paso, mantener programas electoreros, esa corrosiva decisión de andar repartiendo dinero del gobierno a diestra y siniestra, con el cuento de que se beneficia a los que menos tienen: madres solteras, adultos mayores, becas colectivas a estudiantes, pisos firmes, techos, tinacos gratuitos y cientos de programas que no hacen más que sangrar en miles de millones de pesos el erario.

El aumento a los precios de los energéticos, deben frenarse a cualquier costo, menos el político electoral.

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