Rindió su segundo informe…
A Morelos no le hace falta nada, ¡le
sobra un mal gobierno!: Matías Nazario
sobra un mal gobierno!: Matías Nazario
Es con hechos que benefician a los ciudadanos,
como se
dignifica la política y se recupera
la confianza en las instituciones
la confianza en las instituciones
Como Diputado
Federal, perteneciente a las comisiones de Educación y Servicios Educativos;
Hacienda y Crédito Público y de la Ciudad de México, he intervenido con el
grupo parlamentario del Partido Revolucionario Institucional, en 336
iniciativas, mismas que han sido aprobadas por el Pleno, mirando en todo por el
bienestar de los ciudadanos.
Destaco el
proyecto de Decreto que reforma los artículos 2, 4 y 10 de la Ley de Fomento
para la Lectura y el Libro; el proyecto de Decreto que reforma y adiciona los artículos
12 y 19 de la Ley General de Educación y el artículo 78 de la Ley Aduanera.
El bienestar
de los mexicanos es mi principal objetivo al intervenir en el proceso
legislativo: mejores leyes para un país mejor.
En lo que se
refiere a la gestión de recursos, durante el ejercicio de mi encargo, son más
de 500 millones de pesos los que he logrado etiquetar del presupuesto federal y
que se han traducido en casi 200 obras públicas en escuelas, infraestructura
urbana, parques, plazas y espacios públicos en la mayoría de los municipios de
Morelos, beneficiando, directa o indirectamente, a más de 300 MIL morelenses,
sin importar su filiación política.
Estos recursos
se han ejercido directamente por los Ayuntamientos, conforme a la normatividad
aplicable, y hemos sido vigilantes que se ejerzan con toda honestidad y
transparencia.
Nada es más
satisfactorio que ver la alegría reflejada en el rostro de los niños que ven
mejorar sus escuelas, como en Xochitepec, Zapata o Jiutepec; o el de los
hombres y mujeres que hoy caminan por calles pavimentadas, como en Cuautla; o
el gozo de las familias que disfrutan de nuevos o renovados espacios públicos,
como los Zócalos de Ocuituco y Emiliano Zapata, la unidad deportiva de Tetela
del Volcan, el teatro al aire libre de Ayala, o en el Rodeo y la Toma en
Miacatlán.
Es con hechos
que benefician a los ciudadanos, como se dignifica la política y se recupera la
confianza en las instituciones.
La
restauración de la Catedral de Cuernavaca, monumento histórico que es
patrimonio de la humanidad y orgullo de los morelenses y que reflejaba en su
deterioro el paso del tiempo, es una obra que no podía esperar más, pues el
daño estructural podría ser irreversible.
Quiero
reconocer la perseverancia del Obispo Ramón Castro Castro.
En el ejemplar
impreso que se les ha entregado, se encuentra una relación pormenorizada de las
tareas que he realizado como Legislador en la Cámara de Diputados del Congreso
de la Unión, así como de la gestión de recursos que hemos realizado.
Un
representante popular no puede permanecer indiferente ante la realidad que
viven cotidianamente sus representados.
No puede
aislarse en la comodidad de su puesto, mientras que sus mandantes sufren
carencias, inseguridad, desempleo o corrupción, como se vive hoy en Morelos.
Referirnos a
la situación que priva en Morelos, resulta obligatorio.
La
responsabilidad que ustedes me dieron, me ha dado la oportunidad de conocer
otros Estados y otras ciudades de la República; al recorrerlos no puedo dejar
de advertir su desarrollo en infraestructura, en su economía, en sus campos, en
su turismo, y me pregunto:
¿Qué le hace
falta a Morelos para crecer; para lograr un desarrollo como el de esos Estados?
Estoy seguro
que muchos de ustedes han vivido la misma experiencia.
A Morelos no
le hace falta nada, tiene la riqueza de su campo, de su clima y de su gente; a
Morelos no le hace falta nada, ¡le sobra un mal gobierno!
Dentro de poco
más de un mes, se cumplirán cinco años desde que dio inició la presente
administración estatal.
Las
expectativas eran grandes, tan grandes como las mentiras de las que se valió su
titular para engañar a los morelenses.
Hoy, es
lamentable tener que reconocer que Morelos se encuentra, desde hace más de
cuatro años, sumido en un enorme socavón en el que esta administración nos ha
colocado, sin consideración ni remordimiento alguno.
En lo
económico no hay desarrollo; la generación de empleos es por debajo de la media
nacional, por ello se ha incrementado la pobreza.
La prioridad
de este Gobierno ha sido hacer del aparato gubernamental el instrumento para
confrontar, intimidar y coaccionar a quienes se atreven a cuestionar a la
administración, a quienes alzamos la voz para señalar su ineficiencia y su
corrupción.
La Universidad
del Estado; el líder de la grey católica, las agrupaciones de transporte
colectivo, la coordinadora Morelense, las diversas asociaciones civiles, dan
cuenta del actuar despótico de quién aseguró serviría a los morelenses con una
nueva visión.
De acuerdo con
cifras de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, en lo que va de este
gobierno, se ha incrementado la deuda pública de Morelos de mil 500 millones de
pesos, a 7 mil 189 millones de pesos, sin que ese endeudamiento se haya
traducido en una mejora en el nivel de vida de los habitantes de la Entidad.
Más del 50% de
las participaciones federales que corresponden a Morelos, se encuentran
comprometidas por adeudos.
Tendrán que
pasar más de dieciocho años para que los morelenses podamos cubrir esta deuda
que hoy pesa sobre nuestros hombros.
“En 18 meses
no habrá violencia en Morelos”, dijo el Gobernador al asumir el cargo.
La realidad
exhibe el incumplimiento de su promesa.
Durante los
primeros seis meses de este año, se han registrado en Morelos, 331 homicidios
dolosos, 51 más que en el mismo periodo del 2016.
Del primero de
octubre de 2012 a junio del año en curso, el Sistema Nacional de Seguridad
Pública da cuenta de 2 mil 659 asesinatos que han cubierto de sangre el suelo
de Morelos y a quienes aquí vivimos nos ha llenado de temor, pero también de
rabia, impotencia e indignación.
Hoy, no hay un
solo morelense que no haya sufrido en carne propia o en la persona de un
pariente o amistad, el flagelo de la delincuencia.
El Mando Único
ha hecho de todo: desde intimidar alcaldes y opositores políticos, menos lo que
debiera ser su principal función: garantizar nuestra integridad física y
patrimonial de los ciudadanos.
Los resultados
prometidos, junto con la confianza de los morelenses en sus autoridades, han
sido enterrados en las fosas de Tetelcingo, Jojutla y Xochitepec.
Seguramente no
faltará el calificativo de mentiroso u oportunista, disparado por algún usuario
de red social, falso o real, al servicio de quienes mal gobiernan Morelos.
Como Diputado
local, desde la Presidencia de la comisión de Derechos humanos, señalé y me
opuse terminantemente a que el Estado fuera endeudado de esa manera; mi voto a
la autorización de endeudamiento que emitió el Congreso de Morelos, fue en
contra!; ahí está el semanario de los debates del Poder Legislativo.
Ahí están
también mis posicionamientos públicos, como Diputado Federal, solicitando la
intervención de la Federación para atender el grave problema de inseguridad que
vive Morelos, ante la incapacidad de las autoridades locales para garantizar la
integridad física y patrimonial de los morelenses.
Ahí está la
solicitud de Juicio Político que en compañía de mis compañeros Diputados
Federales Rosalina Mazari y Manuel Vallejo, hemos promovido ante el Congreso de
la Unión, por la omisión criminal en que incurrió el Gobernador al no atender
con atingencia a las víctimas del socavón del Paso Exprés,
¡Nadie puede
decirme oportunista cuando he alzado mi voz, una y otra vez, para señalar el mal
gobierno de Graco Ramírez!.
Con Graco, ni
complicidades que me hagan partícipe de sus latrocinios, ni silencios que
solapen su ineficiencia!
La herencia de
este Gobierno será un Estado endeudado; en manos de la delincuencia; con altos
índices de violencia contra las mujeres; sin oportunidades para los jóvenes; en
parálisis económica; con escandalosos casos de corrupción gubernamental, con
una sociedad carente de paz y cohesión social, agraviada por el cinismo y la
desvergüenza.
El negro
legado será una estela de corrupción que no puede, de ninguna manera, quedar
impune!
Cuando la soberbia se apodera del
gobernante, se traiciona la confianza ciudadana, se hace mofa del sentir de los
morelenses, se corrompe a las instituciones y se abusa del poder para el
enriquecimiento personal, no puede haber ni perdón ni olvido.
Estaremos
pendientes para que, con el Juicio de la historia llegue también el juicio de
los tribunales, para que tanta ineptitud y corrupción no queden impunes y se
aplique la Ley con todo rigor.
Hoy quiero
expresar, una vez más, mi solidaridad con la comunidad universitaria: alumnos,
personal académico, administrativo y autoridades universitarias.
A la comunidad universitaria
quiero decirles que empeño públicamente mi palabra para continuar con mis
gestiones ante la Federación, hasta lograr el adelanto de los recursos que se
requieren para que nuestra máxima casa de estudios pueda seguir operando.
¡No puede
haber crimen más grave que atentar contra la educación de los jóvenes
morelenses!
¡El
responsable tendrá que pagar por ello, Morelos merece un mejor futuro!
Para salir
adelante, Morelos requiere de un enorme esfuerzo colectivo que conjunte el
actuar de un gobierno honesto y transparente, con una sociedad comprometida con
su propio desarrollo.
El gobernante
que en verdad se proponga sacar adelante a Morelos, debe propiciar las
condiciones para alentar la participación social en los grandes temas de la
agenda del Estado.
La voz
ciudadana no tiene por qué acallarse, por el contrario, la democracia
representativa debe dar lugar a una auténtica democracia participativa y el
Estado, a través de las reformas legales necesarias, está obligado a generar
las condiciones para que la sociedad se exprese, sus decisiones se cumplan y
sus demandas se atiendan.
La corrupción
debilita al Estado, degrada el quehacer público, desprestigia a los políticos y
extingue la confianza de los ciudadanos en sus instituciones.
La corrupción
existe porque se ha privilegiado el interés particular por encima de la gente;
porque se han corrompido las instituciones del Estado, privilegiado la
complicidad política por encima del respeto a la ley; porque la moral pública
ha cedido ante la impunidad. ¡Esto tiene que acabarse!
Para combatir
la corrupción, primero hay que combatir la impunidad
¡La sociedad
está harta y exige cero tolerancia a la corrupción!
Mi solidaridad
y apoyo a los Presidentes Municipales que hoy son víctimas de la delincuencia.
¿Ese es el
Morelos de paz que pregona este Gobierno?
La estrategia
del Mando Único no solo relego a los Ayuntamientos a asumir la posición de
espectadores en la lucha contra la delincuencia.
Está claro que
si el mando único es incapaz de garantizar la seguridad de las autoridades,
mucho menos podrá hacer algo por la seguridad de los ciudadanos.
En lugar del
Mando Único, se precisa una estrategia de coordinación entre las 3 instancias
de Gobierno y de éstas con la Federación, para que se sumen esfuerzos y se compartan
responsabilidades, ejerciendo racional y proporcionalmente los recursos
públicos para fortalecer las instituciones municipales.
No se puede
seguir apostando a una estrategia que a lo largo de estos últimos años, ha
mostrado resultados negativos.
El gasto
corriente se ha incrementado casi el 300% en cuatro años. Su ejercicio no es ni
racional ni austero y mucho menos transparente.
Es preciso
reestructurar la administración pública estatal, para que opere con las áreas
administrativas estrictamente necesarias y evitar con ello que se sigan
dilapidando los recursos de los morelenses.
Entre menos
gasto se destine a la burocracia, se contará con más recursos para enfrentar
las grandes carencias de Morelos y de los morelenses.
Muchos de
nuestros jóvenes, ante la falta de oportunidades, caen en las garras de la
delincuencia; este Gobierno cree que con la beca salario, que se paga con
dinero de la federación, ha solucionado ese problema y eso no es verdad; las
estadísticas dicen todo lo contrario.
De nada sirve
que nuestros jóvenes concluyan sus carreras técnicas o universitarias, si no
habrá espacio en las empresas de Morelos para que puedan emplearse.
Hay que
apostarle a la productividad de los jóvenes, incentivar su creatividad,
hacerles llegar créditos blandos que les permitan emprender sus propios
negocios.
Según las
estadísticas, a pesar de la alerta de violencia género que se declaró en la
Entidad, el año pasado fue uno de los más violentos en contra de las mujeres
morelenses.
En lo que va
del año, las cosas no han cambiado, por el contrario, tienden a empeorar.
Se estima que
7 de cada 10 mujeres morelenses, sufren de algún tipo de violencia, ante la
indiferencia del gobierno del Estado.
Desde el
Gobierno Estatal se anuncian programas de empresas de la mujer, a los que se
destina una mínima cantidad del presupuesto gubernamental.
Las mujeres
morelenses no necesitan limosnas como las que ofrecen, con bombo y platillo;
requieren programas que les permitan elevar realmente su nivel de vida y sacar
adelante a su familia.
Requieren
programas que les permitan prevenir y evitar la violencia de la que son objeto
y que reprobamos terminantemente.
Las mujeres
morelenses, aspiran, como todos, a una vida mejor y es obligación del gobierno
de Morelos, generar las condiciones para que ello suceda, destinando mayor
presupuesto para proyectos productivos, manejados con toda transparencia, para
propiciar la autosuficiencia económica de las mujeres.
Recorro
cotidianamente Morelos, sus pueblos, ciudades, rancherías, conviviendo con su
gente; así aprendí a quererlo como mi patria chica; aquí formé a mi familia,
nacieron y crecieron mis hijos.
Conozco
Morelos y he escuchado de viva voz los problemas, aspiraciones, sueños y
frustraciones de los morelenses: del campesino, del agricultor, del ama de
casa, del obrero, del transportista, del empresario, del comerciante, del
estudiante, del profesionista; en todos ellos percibo el gran amor que le
tienen a esta tierra, pero también su desilusión y su desesperanza.
La situación
de Morelos no admite pasividad o indiferencia.
Los invito a
unir fuerzas para construir esa sociedad capaz de lograr un mejor futuro para
Morelos.
Estoy
plenamente convencido que juntos podremos lograr un Morelos diferente, seguro,
con oportunidades para los hombres, para las mujeres y para los jóvenes.
Morelos no se
nos puede ir de las manos.
Veamos nuestro
futuro con optimismo; con la certeza que en la unidad y con un gobierno
transparente, honesto y eficiente, no habrá obstáculo que no podamos vencer.
Se avecinan
tiempos de cambio; tiempos de tomar las mejores decisiones, con serenidad y viendo
claramente que es lo que más le conviene a nuestro Estado.
Se avecina el
momento histórico para corregir el rumbo.
Las
equivocaciones resultan muy costosas.
Hagamos de
Morelos la casa que todos hemos querido!
Juntos,
démosle a Morelos la oportunidad de un futuro mejor.
¡Juntos
MEJOREMOS NUESTRO MORELOS!
Ha sido, es y
será un gran honor ¡SEGUIR SIRVIENDO A LOS MORELENSES!
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